Una ciudad que acepta convivir con el arte escénico callejero se cualifica en su multiplicidad orgánica de manera coherente y democrática. En espacios no convencionales, el teatro disfruta con la complicidad de la gente más que ningún otro arte, por su comunicación directa y su manera lúdica de provocar regocijo, agitación emotiva y otras reacciones esenciales de la naturaleza humana. El arte y la formación sensible, abiertamente pedagógica, le a...