Este libro analiza la memoria humana históricamente situada. Es una reflexión sobre la justicia como expresión de liberación del orden represivo civilizatorio; entorno opresivo e interpretable como expresión de las injusticias generadas por "violencias de la memoria", acciones netamente humanas. Asimismo, se cuestiona aquí ¿cuál es el papel del filosofar como cometido ante esas situaciones? La respuesta radica en el deber filosófico desde la memoria histórica; compromiso éste que apunta a impedir la repetición de fenómenos históricos sacrificiales, sentenciados al olvido de las víctimas y los vencidos, como expresión/anulación de la dignidad de la persona humana. En suma, este trabajo se adentra en el análisis del temor de los vencidos de nuestro continente, bajo unas pautas que permitan construir lo proyectado desde ahora como una filosofía de la memoria en/desde nuestra América.