El nivel de globalización de la economía obliga, a la vez que permite, que cualquier empresa contemple el mercado internacional como el escenario natural de sus operaciones. Este proceso de internacionalización implica gestionar operaciones más complejas que las domésticas o nacionales por diferentes motivos: mercados y canales de distribución en los que se requiere adaptar el producto, transportes de mayor duración, prácticas comerciales y legis...