En la privacidad de su estudio, Elías pasa buena parte de la noche escribiendo un diario y tomando aguardiente. Frente a una ventana, que le permite contemplar la vida de afuera, se sumerge en su interior, donde abundan persistentes recuerdos, no siempre gratos.Pese a haber alcanzado la tan anhelada edad de la jubilación, Elías se siente perdido bajo las coordenadas de una sociedad en la que no termina de acomodarse. Plasmando en el diario cuanto...