Isaac Newton aseguraba que lo que sabemos es una gota de agua, y lo que ignoramos es el océano. Hemos consagrado nuestra vida a la divulgación del enigma ovni porque realmente consideramos que está tratando de decirnos algo sobre nosotros mismos, sobre la realidad y lo que sabemos de ella. El pueblo latinoamericano, con esa mente abierta y esa capacidad para mezclarse con el realismo mágico, es el único en el mundo que podría ser el vehículo de exploración que necesita la humanidad en el mundo actual, un vehículo que busque respuestas no solo al misterio de los ovnis, sino a toda nuestra existencia. Quizá las cosas no son como nos las han contado. Quizá ha llegado el momento de despertar.