Aislado en el tráfago de estaciones ferroviarias y domicilios fortuitos, Günter Grass empleó veinte años en los artículos que ahora conforman este libro. Destinados a periódicos y revistas, los temas que aborda son literarios y políticos y están siempre tratados desde una perspectiva anecdótica. En una irónica comparación de Shakespeare con Bertolt Brecht, se examina un tema caro para el autor: el vulgo y sus maneras cotidianas y políticas. Los insultos que el cisne de Avon pulía contra el pueblo bajo son comparados con elogios que este inspiraba en el dramaturgo antifascista. Con motivo de la primavera de Praga, se aplica la crítica de la burocracia de Kafka a las instituciones comunistas. El desarrollo y subdesarrollo de los países del tercer mundo son analizados a la luz de las utopías del escritor Alfred Döblin. No faltan apuntes y confidencias sobre la ejecución de la obra personal, como la conjunción de circunstancias que llevaron a El tambor de hojalata y Del diario de un caracol. Así, pues, nos enfrentamos a la literatura como un acto político: un modo de hacer caer al lector distraído.