El miedo se generalizó en el mundo en el momento de la irrupción del terrorismo global. Sin embargo, el terrorismo sectario de los fundamentalistas islámicos no existe sin su contraparte: el terrorismo de Estado. A partir del 11 de septiembre de 2001, al contemplar la aparatosa caída de las Torres Gemelas, el autor se plantea la necesidad de llevar la reflexión a un nivel distinto: había que entender las motivaciones y los mecanismos del suicidio...