Los epónimos son nombres propios que se han utilizado para bautizar signos, síntomas, síndromes, enfermedades, partes anatómicas e inventos con el nombre de diversos científicos, ciudades o personajes religiosos, mitológicos o históricos. Esta costumbre tiene varios siglos de existencia, ha sido notable en países como Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Austria e Italia, fue especialmente frecuente en el siglo XVI I, a finales del siglo XIX y en los comienzos del siglo XX; existen más de 8.300 epónimos en toda la medicina.La justificación de la existencia de los epónimos es de carácter histórico: se busca rendir un homenaje a aquellas personas que se han destacado en la ciencia y que habitualmente e han hecho trabajos importantes en el área que motiva el epónimo o nos recuerdan diversas ciudades o personajes de la ficción, asociándolos a algunos aspectos de la salud y de la enfermedad.La justificación de la existencia de los epónimos es de carácter histórico: se busca rendir un homenaje a aquellas personas que se han destacado en la ciencia y que habitualmente e han hecho trabajos importantes en el área que motiva el epónimo o nos recuerdan diversas ciudades o personajes de la ficción, asociándolos a algunos aspectos de la salud y de la enfermedad.