Al principio vemos unas gafas de carey y de culo de botella. Leen mucho. Leen más de la cuenta. Y para colmo de la ociosidad, también escriben y dibujan. No llegarán a ninguna parte. No serán un buen ejemplo para las nuevas generaciones. Pero algo pasa de pronto, algo así como una mutación de película de Hollywood, y en vez de las gafas de perdedor, vemos unas gafas de rey de la vida. Ray-Ban o Persol. En todo caso, de marca. Las vemos en Miami, ...