La vida de Hegel se reparte simétricamente entre los siglos XVIII y XIX (1770-1831). Al siglo XIX pertenece la obra especulativa que le ha hecho famoso y discutido; al siglo XVIII corresponden los apuntes de juventud. En ellos se resume y culmina toda la tradición emancipadora, sobre todo, en cuanto que apuntaba ya hacia el psicoanálisis, la crítica de la economía política, de la religión y de las instituciones. El proyecto de una humanidad feliz y libre se halla explanado en ellos con toda la fuerza revolucionaria que sacudía a la juventud burguesa de su época.Estos escritos temprano obligan, además, a replantar la interpretación acuñada sobre el Idealismo absoluto del Hegel especulativo, pues conservan y dejan toda la inquietud histórica que después acabó refugiándose en las formulaciones especulativas. Pero también confrontan a la burguesía ante el espejo de su juventud ilusionada y generosa, acercándola a una anagnórisis, a un reconocimiento de su historia verdadera, de sus intenciones ocultas.Estos escritos temprano obligan, además, a replantar la interpretación acuñada sobre el Idealismo absoluto del Hegel especulativo, pues conservan y dejan toda la inquietud histórica que después acabó refugiándose en las formulaciones especulativas. Pero también confrontan a la burguesía ante el espejo de su juventud ilusionada y generosa, acercándola a una anagnórisis, a un reconocimiento de su historia verdadera, de sus intenciones ocultas.