En el año 2000, Mark Randolph y Reed Hastings pasaban por uno de sus peores momentos personales. La empresa en la que ha¬bían invertido todos sus ahorros, esfuerzos y dos años de trabajo estaba a punto de naufragar. Su idea de crear un negocio de al¬quiler de OVO por correo sin multas por retrasos, a pesar de estar siendo un éxito moderado, se demostraba incapaz de dar bene¬ficios. Tomaron entonces medidas desesperadas. Viajaron a Da¬lias para of...