El mundo debe ser explicado y comprendido de tantas maneras como sea posible, ya, sin pretensiones de totalidad. Lo mismo sucede con la vida misma. Nunca terminamos de comprenderla en todos sus avatares, en sus comedias y tragedias, en sus dramas y en sus pequeñas cosas cotidianas. Pues, bien, igualmente juegan un papel importante en estas comprensiones y explicaciones el vacío, la ambigüedad, las ambivalencias, los implícitos, los dobles sentido...