Asumiendo como principios la negatividad, la fragmentariedad y la discontinuidad, Ricardo Monti revisa y desplaza categorías que apuntalan el lenguaje dramático idealista: la unidad de la conciencia, la trascendencia del símbolo y la progresividad de la historia. En el desplazamiento de estas categorías hacia otras de base materialista, el teatro de Monti abre un campo de tensiones que es condición de posibilidad para la emergencia de poéticas ta...