Voltaire se refirió a él como «el hombre que nunca muere y lo sabe todo».Y eso es decir poco. El conde Saint Germain transformaba los metales de baja ley en oro, eliminaba las impurezas de los diamantes y descubrió el elixir de la juventud.Fue confidente de reyes y amigo de los pobres. Se valió de sus poderes alquímicos para mitigar la pobreza tan extendida en el siglo XVIII. Sus milagros -muy bien documentados- no eran sino la consecuencia natur...