Luis Enrique Figueroa (1922-1999) es reconocido por muchos como una personalidad de la cultura regional de la segunda mitad del siglo XX, más famoso en Santander que las hormigas culonas, decía Daniel Samper Pizano. En este libro se recoge un significativo número de testimonios, comentarios o valoraciones sobre su vida y trayectoria como orador, columnista, jefe de protocolo de la Gobernación, humorista, promotor cultural, etc., además de una selección de su obra epistolar y periodística.