Los altos índices contaminación ambiental que se detecto en la ciudad de México a principios de la década de los años noventa produjo la preocupación de sus habitantes, quienes se sintieron amenazados por los altos índices de ozono y las inversiones térmicas que iban en aumento. Ante la magnitud del problema se produjo la intervención de Petróleos Mexicanos y de la industria automovilística: PEMEX puso en práctica los trabajos acerca del efecto de los oxigenantes en la combustión de la gasolina, que estaban siendo probados en el Laboratorio de Motoquimia del Instituto Mexicano del Petróleo, que dirige el maestro en ciencias Luis Díaz Gutiérrez y cuya interpretación corrió a cargo del doctor Francisco Javier Garfias, de la Facultad de Química de la UNAM. Los fabricantes de automóviles, por su parte, incorporaron a sus coches el catalizador de tres vías, que hace inocuas las sustancias contaminantes constituidas por los precursores de la formación de ozono: monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno en los gases de escape. La oxigenación de la gasolina se logró añadiendo a la gasolina el éter metil terbutílico, con el que además se pudo eliminar, posteriormente, el uso de tetraetilo de plomo, otro contaminante peligroso. En este libro se analiza y describe en detalle el largo proceso que llevó a determinar los efectos benéficos del éter metil terbutílico en la combustión de la gasolina. Así mismo, se reseñan las pruebas efectuadas con tal fin. Sorprende la minuciosidad de un trabajo en el que nada fue dejado al azar. Múltiples cuadros, gráficas y ecuaciones van marcando paso a paso la labor de los investigadores, los que también analizan las tendencias que, han mostrado los contaminantes en la década final del siglo XX. El resultado es un volumen que se lee con interés creciente. No obstante los éxitos logrados, los investigadores aún no se sienten satisfechos. Si bien el ozono ha dejado de ser el problema principal, apuntan que se muestran preocupados por las partículas flotantes en el medio ambiente y anuncian que han emprendido ya las acciones que podrían seguir mejorando la calidad del aire de la ciudad de México y de las grandes urbes del país que padecen problemas semejantes.Los fabricantes de automóviles, por su parte, incorporaron a sus coches el catalizador de tres vías, que hace inocuas las sustancias contaminantes constituidas por los precursores de la formación de ozono: monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno en los gases de escape. La oxigenación de la gasolina se logró añadiendo a la gasolina el éter metil terbutílico, con el que además se pudo eliminar, posteriormente, el uso de tetraetilo de plomo, otro contaminante peligroso. En este libro se analiza y describe en detalle el largo proceso que llevó a determinar los efectos benéficos del éter metil terbutílico en la combustión de la gasolina. Así mismo, se reseñan las pruebas efectuadas con tal fin. Sorprende la minuciosidad de un trabajo en el que nada fue dejado al azar. Múltiples cuadros, gráficas y ecuaciones van marcando paso a paso la labor de los investigadores, los que también analizan las tendencias que, han mostrado los contaminantes en la década final del siglo XX. El resultado es un volumen que se lee con interés creciente. No obstante los éxitos logrados, los investigadores aún no se sienten satisfechos. Si bien el ozono ha dejado de ser el problema principal, apuntan que se muestran preocupados por las partículas flotantes en el medio ambiente y anuncian que han emprendido ya las acciones que podrían seguir mejorando la calidad del aire de la ciudad de México y de las grandes urbes del país que padecen problemas semejantes.En este libro se analiza y describe en detalle el largo proceso que llevó a determinar los efectos benéficos del éter metil terbutílico en la combustión de la gasolina. Así mismo, se reseñan las pruebas efectuadas con tal fin. Sorprende la minuciosidad de un trabajo en el que nada fue dejado al azar. Múltiples cuadros, gráficas y ecuaciones van marcando paso a paso la labor de los investigadores, los que también analizan las tendencias que, han mostrado los contaminantes en la década final del siglo XX. El resultado es un volumen que se lee con interés creciente. No obstante los éxitos logrados, los investigadores aún no se sienten satisfechos. Si bien el ozono ha dejado de ser el problema principal, apuntan que se muestran preocupados por las partículas flotantes en el medio ambiente y anuncian que han emprendido ya las acciones que podrían seguir mejorando la calidad del aire de la ciudad de México y de las grandes urbes del país que padecen problemas semejantes.No obstante los éxitos logrados, los investigadores aún no se sienten satisfechos. Si bien el ozono ha dejado de ser el problema principal, apuntan que se muestran preocupados por las partículas flotantes en el medio ambiente y anuncian que han emprendido ya las acciones que podrían seguir mejorando la calidad del aire de la ciudad de México y de las grandes urbes del país que padecen problemas semejantes.Si bien el ozono ha dejado de ser el problema principal, apuntan que se muestran preocupados por las partículas flotantes en el medio ambiente y anuncian que han emprendido ya las acciones que podrían seguir mejorando la calidad del aire de la ciudad de México y de las grandes urbes del país que padecen problemas semejantes.