Carl Friedrich Gauss mereció en vida el apelativo de «príncipe de los matemáticos», y en los dos siglos que han transcurrido desde su muerte nadie le ha discutido este lugar de privilegio. Su figura guarda interesantes paralelismos con la de otro genial compatriota y contemporáneo suyo: W. A. Mozart. Ambos fueron niños prodigio con carreras patrocinadas por gobernantes ansiosos por vincular sus respectivas cortes a las mayores promesas de las art...