En su respuesta a Sor filotea de la cruz, Sor Juana nos dejó una confesión: “no quiero ruidos con la Inquisición”. Los lectores terribles son una parte –y una parte determinante- de la obra de Sor Juana. Su obra nos dice algo pero para entender ese alago debemos darnos cuenta de que es un decir rodeado de silencio: lo que no se puede decir. La zona de lo que no se puede decir está determinada por la presencia invisible de los lectores terribles. ...