GOBIERNOS Y PLANES DE DESARROLLO TOMO 2 Con este libro concluye una investigación auspiciada por la Academia Colombiana de Ciencias Económicas cuyo objetivo consistió en indagar en los planes de desarrollo desde el Gobierno de Lleras Camargo (1958-1962), inicio del Frente Nacional, hasta el segundo cuatrienio de Santos Calderón (2014-2018), cuando se firmó el acuerdo de paz con las FARC; indicar las principales propuestas incluidas en esos planes, en términos de crecimiento económico y desarrollo humano para la sociedad colombiana. Este tomo 2 comienza con el Gobierno de Gaviria Trujillo (1990-1994), a quien correspondió «inaugurar» la Constitución del 91. Una característica diferenciadora del análisis es que inicia por examinar el comportamiento de la demanda y no el del PIB, principal componente de la oferta total, como es lo habitual. En especial, se tiene en cuenta el consumo de los hogares, ya que es la «fuente» determinante de la oferta, aunque los hallazgos dan cuenta de una preocupante disminución en su peso relativo, el cual pasa de representar casi tres partes de la demanda total durante el Gobierno de Lleras Camargo a representar un poco más de la mitad en la segunda administración de Santos Calderón. De otro lado, la inversión bruta, otro componente de la demanda, en muy pocos cuatrienios representó más de un 20%, estando lejos de lo que recomiendan las teorías sobre el crecimiento económico y lo necesario para la acumulación capitalista. En cuanto a las exportaciones, éstas se mantuvieron alrededor del 15%, sin que nunca se cumpliesen las expectativas de todos los gobiernos. Un aspecto positivo para el crecimiento real de la economía fue el bajo crecimiento de la población, lo que permitió un incremento del PIB per capita, a pesar de no haber experimentado altas tasas de crecimiento económico. Durante la última década del siglo veinte y las casi dos primeras décadas del siglo veintiuno, se evidencia que la sociedad colombiana logró varios avances en términos de desarrollo humano, al tener en cuenta indicadores sociales de salud, educación y calidad de vida. Una de las barreras al crecimiento económico colombiano está en el debilitamiento del consumo de los hogares que muestra, en términos reales, una disminución constante durante el periodo analizado. A lo anterior se suma que la población en situación de pobreza se mantiene en cifras preocupantes, pues para el año de 2018 llegaba al 35% de la población total, con casi diecisiete millones de personas. Con esos millones de colombianos al margen de un consumo digno, es imposible pensar en otra «ilusión» de todos los gobiernos: ampliar y mejorar el mercado intern-071.-a-r'é-Composición-d-ér ingreso nacional es fundamental para lograr una economía con crecimiento suficiente, para una socie-dad más próspera y menos desigual.