En 2000, Elizabeth conoció a Rayya. Se hicieron amigas, luego mejores amigas, luego inseparables. Cuando la tragedia irrumpió en sus vidas, la verdad quedó finalmente al descubierto: estaban enamoradas. También eran un par de adictas, abocadas inevitablemente a la catástrofe.
¿Qué pasaría si tu más hermosa historia de amor se convirtiera en tu peor pesadilla? ¿Y si el más devastador dolor abriera el camino a tu mayor despertar?
Hasta la orilla ...