En estas memorias los lectores no encontrarán las bellezas de la literatura, ya que nunca fue ése su propósito. Descubran en ellas, más bien, lo que de insólito, aventurado y electrizante contienen, que no es poco. Thomas de Quincey, el mejor glosador de estas páginas de Catalina de Erauso, lo dejó dicho en palabras exactas: «Sus memorias están cargadas de electricidad por los hechos que las conforman; de otra parte, en la manera de contar estos ...