La bioética ha surgido con enorme impulso como la propuesta más adecuada para la reflexión sobre la sociedad tecnocientífica en que vivimos y como un intento de búsqueda de soluciones encaminadas a la protección de la vida, tanto humana como de los demás vivientes del planeta. Ello implica una comprensión de la vida por sí misma, libre de supuestos, pues ella misma es condición de su posibilidad y así debe entendérsela desde la bioética.