Existe una estrecha relación entre las formas del espacio urbano con los usos y significados que los ciudadanos dan a esos espacios: Cómo los representan en su vida diaria, cómo los relatan, cómo es la ciudad en la imaginación de sus habitantes, eso es lo que hoy llamamos “el imaginario”. Entre 1950 y fines del siglo XX, Bogotá y las ciudades colombianas vivieron profundos cambios; este libro intenta mirar cómo cambiaron esas ciudades y cómo cambió la representación que de ellas tuvieron sus habitantes en los diferentes momentos.