La informalidad es una manifestación de una relación imperfecta entre los ciudadanos y su Estado. En tanto que el término significa cosas diferentes para diferentes personas, casi siempre tiene connotaciones negativas incluyendo condiciones de trabajo inferiores, negocios de baja productividad, competencia injusta y falta de respeto por el imperio de la ley. No es de extrañar entonces, que el aumento observado de la informalidad en los países de América Latina y el Caribe a lo largo de décadas recientes, ha ganado atención como un freno potencial al mejoramiento en el crecimiento y en el bienestar social y como una fuerza corrosiva para la integridad de la sociedad.Analiza la informalidad en América Latina, explorando las causas de fondo y las razones para su crecimiento, así como sus implicaciones. Los autores utilizan dos perspectivas distintas pero complementarias: la informalidad determinada por la exclusión de los beneficios del Estado o de los circuitos de la economía moderna y la informalidad determinada por decisiones voluntarias de escape que resultan de cálculos privados de costo-beneficio, que llevan a los trabajadores y a las empresas a optar por salir de las instituciones formales. Encuentran que ambas perspectivas tienen considerable poder explicativo para entender las causas y consecuencias de la informalidad en la región.