Todos tenemos sueños de contenido sexual, incluso los niños. Son manifestaciones claras o, por el contrario, ocultas y reprimidas, de nuestros deseos eróticos más escondidos, de nuestras preferencias, de nuestra sexualidad. Al dormir, dejamos a un lado las inhibiciones y nos olvidamos de cualquier represión que nos pueda haber sido trasmitida con respecto al sexo, y soñamos no solamente con aquello que queremos en este aspecto, sino también con l...