En Insolina nos encontramos con un escritor que sabe narrar y crear un que atenaza la mirada del lector y su atención; que sabe darle temporalidad espacial y especialidad temporal a lo contado. El juego de palabras, la prevención semántica de expresiones cotidianas, la distorsión de la risa como escritura, dinamizan la trama; el yo narrador narra y no narra, y es el lector quien debe entablar un diálogo, una especie de nos-otros, que hace que la...