Javier De Nicoló, el «callejero de la fe» era, como salesiano, signo y portador del amor misericordioso de Dios que él mismo experimentó en su infancia y niñez, bajo los horrores de la Segunda Guerra Mundial. En la acogida y oportunidades que los salesianos de Bari, Italia, su ciudad natal, le ofrecieron entonces, sintió que Dios lo llamaba a una misión especial: ser como Don Bosco «padre de muchos hijos padre». Padre de los vulnerables, los ...