En su ausencia, las aglomeraciones poblacionales pueden ver surgir fenómenos como la violencia urbana, la segregación espacial de sus habitantes,la contaminación ambiental, o la congestión, entre otros; transformándolas en lugares en los cuales el ser humano no puede desarrollar su proyecto vital en condiciones de dignidad. Para evitar o superar la aparición de este. tipo de fenómenos, es de vital importancia la formulación de políticas públicas orientadas a garantizar el acceso a bienes primarios a todos los ciudadanos, con el fin de lograr tanto convergencia social como económica. Al garantizarse este acceso a los bienes primarios, se ampliará el espectro de capacidades que le permitirán al individuo ser y hacer lo que desea, elevándose el ejercicio de su libertad. De esta forma, la ciudad será habitada por seres libres e iguales, que se reconocen y son reconocidos por sus otros conciudadanos en el espacio público, lo que repercutirá en la consolidación de una sociedad con un mayor grado de desarrollo, de equidad y de justicia para todos sus integrantes, evitándose todo tipo de segregación social, económica o espacial. Lo anterior genera una espiral virtuosa que aumenta la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad.