En un originalísimo movimiento de interpretación y recreación de la historia de una artista y su compleja relación con el medio provinciano donde trabajó, La carne del mundo trabaja con la apropiación de una vida ya narrada y unas obras ya leídas. Allí está, entonces, el principal mérito de una obra que no resbala por la superficie de la imagen y, antes bien, la penetra para desmantelar sus estereotipos. La artista Débora Arango aparece como una ...