En un medio literario como el contemporáneo, el mar de mediocridades y de falsas vocaciones artísticas, estimuladas por la publicidad y la ausencia de crítica, así como por la crisis crónica de todos los valores que ha corrompido el lenguaje, dificulta y aplaza el descubrimiento de los auténticos poetas.La calidad de este libro, la Ceremonia del reencuentro, justifica retrospectivamente los aplazamientos que debió padecer y su culminación tardía. Los poemas que lo constituyen han brotado de una necesidad expresiva y, como esos manantiales de montaña que se han abierto paso a través de la dureza de la roca, las resistencias, que debió afrontar, terminaron por plasmar su belleza transparente.La calidad de este libro, la Ceremonia del reencuentro, justifica retrospectivamente los aplazamientos que debió padecer y su culminación tardía. Los poemas que lo constituyen han brotado de una necesidad expresiva y, como esos manantiales de montaña que se han abierto paso a través de la dureza de la roca, las resistencias, que debió afrontar, terminaron por plasmar su belleza transparente.