¿La felicidad es un estado de búsqueda? Esta obra defiende la segunda tesis: el ser humano se debe mostrar activo en la eliminación de las trabas al despliegue de la felicidad, comenzando por eliminar esas pasiones egocéntricas que son la envidia, el miedo o la conciencia de pecado reforzado las que impulsan hacia fuera de sí mismo, que invitan a sentirse parte de la corriente de la vida: cuantas más cosas interesen a alguien, más oportunidades de felicidad tendrá.