“La escuela que Gudrun Pausewang describe en este cuento no es lo que estamos acostumbrados a ver, porque, sencillamente, no existe.
De todas formas, a muchos nos gustaría haber aprendido a domar monstruos, a reconocer huellas, o a hacer magia y a soñar, tal como aquí se propone” (Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, CLIJ).
“Un hermoso álbum” (Alfonso García en Diario de León).