Tanto en el campo de la moral general, cuanto en el de la jurisprudencia, surge espontáneo el interrogante sobre como se mantiene el equilibrio de los principios rectores de la conducta y la rectitud de la conducta misma del operante. Esa función primordial en el orden práctico es ejercida por la principal virtud moral que es la prudencia, desgraciadamente muy tenida en cuenta por los antiguos pensadores, incluso paganos, y en la actualidad casi ...