¿Y si conoces al hombre de tu vida en el momento equivocado?Graham Russell y yo no estábamos hechos el uno para el otro. Yo me dejaba llevar por las emociones y él no mostraba ninguna. Yo soñaba y él vivía en una pesadilla. Yo lloraba y él no tenía lágrimas que derramar.A pesar de su corazón de hielo, Graham y yo a veces compartíamos momentos en que todo desaparecía. Pero cuando la realidad nos golpeó, la gravedad nos bajó de repente de la nube ...