La inmigración económica constituye actualmente (y previsiblemente en las próximas décadas) uno de los principales retos para el funcionamiento de las democracias desarrolladas, no sólo por los conflictos que se generan entre la presión de los inmigrantes por acceder a estos países y la de los estados desarrollados por mantener su política fronteriza y de seguridad, sino, sobre todo, por el reto que plantea la diversidad cultural (religiosa, polí...