Esta es la segunda novela de Clarece Lispector y una de las menos comentadas, como si la crítica no supiera muy bien qué hacer con un texto que, como la lámpara que lleva por título, deslumbra hasta ofuscar y a la vez ilumina aspectos cruciales de la narrativa de Lispector.Reducida a su núcleo esencial, la lámpara es la historia de un probable incesto el de los hermanos Virgínia y Daniel y de una soledad segura, la de Virgínia, que con su soledad construye todas la formas de lo real, las distorsiona, proyecta equívocas, se sitúa y nos sitúa ante la evidencia de la fragilidad de nuestra forma de relacionarnos con los demás y con el mundo. Porque la mirada de Virginia no hace concesiones y penetra hasta esos rincones del yo que los adultos convenimos en ocultar. Por eso, cuando llegue el sorprendente y rápido desenlace, todos comprenderemos que era el único posible.Reducida a su núcleo esencial, la lámpara es la historia de un probable incesto el de los hermanos Virgínia y Daniel y de una soledad segura, la de Virgínia, que con su soledad construye todas la formas de lo real, las distorsiona, proyecta equívocas, se sitúa y nos sitúa ante la evidencia de la fragilidad de nuestra forma de relacionarnos con los demás y con el mundo. Porque la mirada de Virginia no hace concesiones y penetra hasta esos rincones del yo que los adultos convenimos en ocultar. Por eso, cuando llegue el sorprendente y rápido desenlace, todos comprenderemos que era el único posible.