Carolina Angarita era una ejecutiva exitosa, con una vida de ensueño. Estaba casada, tenía una hija y ocupaba una vicepresidencia en uno de los canales de televisión más importantes del país. Había recibido premios y reconocimientos por su trabajo. En apariencia no le faltaba nada. No obstante, un día sintió un gran vacío en el pecho. Tiempo después, en medio del dolor por el fallecimiento de su padre, que coincidió con una crisis laboral, financ...