El 29 de marzo de 2012 fui testigo de un hecho que me hizo entender gráficamente el significado de la sentencia del príncipe Piotr Kropotkin, uno de los más relevantes ideólogos del anarquismo: «Una estructura política basada en siglos de historia no puede ser destruida con unos kilos de dinamita». Una veintena de jóvenes que ocultaban sus rostros con bufandas y con las capuchas de sus anoraks atacaron, incendiaron y saquearon un local de la cade...