La mejor cosa que nunca tendrás puede leerse de varias maneras: una de ellas es pensar que Efraim Medina, su autor, ha construido su obra como un río que se bifurca, que tiene meandros, que a veces encuentra pozos sin fondo, pero que siempre está viva.Rep hace un viaje a la infancia: su padre y su madre se divorcian, la vida comienza a florecer, y la podredumbre de una ciudad sitiada por la pobreza, y agredida por la gentrificación, se cuela por ...