Este libro forma parte de una trilogía, junto con "El lugar del espectador" y "El realismo de Courbet", que analiza cierta problemática en la evolución de la pintura francesa entre los comienzos de la reacción al Rococó, en la década de 1750, y el advenimiento del Impresionismo en 1870-80. Las décadas de 1860 y 1870 en Francia también fueron el momento y el lugar en que apareció la pintura moderna (los lienzos de Manet de la primera mitad de 1860...