La música secreta del pasado reivindica la narración como un encuentro íntimo entre el lector y el escritor, y al mismo tiempo nos recuerda que la literatura es una extensión de la necesidad de relatarse que tiene el ser humano. Los personajes que se dan cita en estas páginas nos cuentan episodios de sus vidas en un tono semejante al de una confidencia. Y no importa si tal episodio parece trivial a los ojos del lector, este libro nos revela que, en la cotidianidad, en los actos sencillos del diario vivir se puede resumir una vida, un carácter, un destino. Ya sea una historia sobre un escritor alcohólico que desde un congre-so de literatura recuerda el momento exacto en que perdió la confianza de su familia; una mujer atrapada en su casa durante una nevada que desearía poder cambiar su vida como las serpientes de piel; o una joven enfermera que se ocupa de acompañar a pacientes terminales mientras su vida marital naufraga en tensas conversaciones de mesa. Todas las historias hacen al lector sentirse parte de lo que ocurre, seguir con pasión las conversaciones, y apiadarse, enojarse o extrañarse con los personajes. En cada cuento la narración toma tal fuerza que escapa de la ficción y se instala en la realidad del lector.