el mimo alcanza la perfección de su arte, pero los espectadores han faltado a la cita; la muerte destruye los hilos que la marioneta tejió noche tras noche; la técnica, en su afán de organización, mutila el placer y provoca la desesperanza; la envidia puede paralizar al creador y el tiempo, el espacio y el oficio separaban; anécdotas, fragmentos de la existencia humana resueltos, finalmente, en el navegar abismal de la nave almirante