Tras la caída de los regímenes comunistas en Hungría y en Europa central, numerosos rasgos materiales y simbólicos comienzan a relevar un trasfondo de espacios patrióticos móviles, que desbordan tanto al nacionalismo tradicionalmente concebido en términos de fijación territorial, como los intentos de reducir su complejidad a una simple propaganda estatal. Desde el simbolismo emblemático de vestigios, patrimonios culturales y expresiones artística...