La arquitectura y urbanismo modernos, realizados en Bogotá desde finales de los años veinte hasta finales de los años sesenta del siglo XX, han sido sometidos a una sistemática y permanente destrucción y desfiguración. Alcanza ribetes de gravedad que tal deformación se haya presentado también en las obras de gran interés de los más destacados realizadores, transmisores de la tradición moderna. Ni el gremio ni la comunidad se han percatado, de man...