Con mucha frecuencia recibimos en nuestras universidades a jóvenes que aún no tienen clara su vocación de vida y, sin embargo, ya saben qué van a estudiar. Sin mayor profundidad o análisis, definen su proyecto de educación superior basados más en intuiciones, recomendaciones e imitaciones que en su propio estudio y valoración personal presente o futura. Con la misma frecuencia reconocemos profesionales que terminan dedicados a asuntos distintos a...