El hecho de que la publicidad esté en el banquillo de los acusados, el hecho de que una gran mayoría de los habitantes de las sociedades más desarrolladas del planeta se declaren hartos de publicidad, no impide el sentimiento fascinación que la publicidad sigue provocando entre esos mismos individuos. Como igualmente plantean los autores del presente libro, la publicidad ha dejado de ser un mero instrumento comercial al servicio de los intereses ...