Si el niño tiene necesidad del alimento, amor maternal y protección social, tiene también necesidad de esta suprema facultad de decir, comprender y amar que se llama poesía. Es el juego fantástico con las palabras, con la gramática, con la poesía como acto de creación. Las palabras como juguetes mágicos con las cuales los niños pueden construir su propio mundo, enriqueciendo su alma de amor, de afecto y de sensibilidad.