Esta Biblia responde a una hermosa edición concebida especialmente para las familias latinoamericanas, para que su lectura se convierta en un punto de encuentro, para que reunidos en familia recibamos el mensaje de fe, valor, paciencia, paz y, esencialmente, de amor que nos da la Palabra de Dios. Con este claro propósito, un sólido equipo integrado por profesionales con un amplio conocimiento de los textos bíblicos y especialistas en el mundo del diseño realizado con un cuidadoso trabajo, el cual se ve reflejado en un texto de fácil comprensión y en una impecable y armoniosa presentación. La base de los textos bíblicos corresponde a la traducción de la Vulgata latina de don Félix Torres Amat, a la cual se le hizo una actualización gramatical y de términos, para dejarla en un lenguaje natural y sencillo, lo que facilita la comprensión para cualquier lector, independientemente de su edad, nivel educativo y práctica en la lectura de la Biblia. Los textos bíblicos están acompañados de introducciones a cada libro que describen las circunstancias en que fueron escritos, la ubicación geográfica e histórica, y algunos datos sobre su autor. La exégesis, incluida en las notas de pie de página, que responde a la de contenido histórico y doctrinal, fue realizada para ser un apoyo importante en la comprensión de las lecturas. Las notas también ofrecen un buen número de concordancias que remiten a otros pasajes bíblicos relacionados con el que se está leyendo, para así enriquecer la lectura. Adicionalmente, antes y después de los textos bíblicos se encuentran una serie de contenidos significativos que enriquecerán la formación católica del lector. A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo.Con este claro propósito, un sólido equipo integrado por profesionales con un amplio conocimiento de los textos bíblicos y especialistas en el mundo del diseño realizado con un cuidadoso trabajo, el cual se ve reflejado en un texto de fácil comprensión y en una impecable y armoniosa presentación. La base de los textos bíblicos corresponde a la traducción de la Vulgata latina de don Félix Torres Amat, a la cual se le hizo una actualización gramatical y de términos, para dejarla en un lenguaje natural y sencillo, lo que facilita la comprensión para cualquier lector, independientemente de su edad, nivel educativo y práctica en la lectura de la Biblia. Los textos bíblicos están acompañados de introducciones a cada libro que describen las circunstancias en que fueron escritos, la ubicación geográfica e histórica, y algunos datos sobre su autor. La exégesis, incluida en las notas de pie de página, que responde a la de contenido histórico y doctrinal, fue realizada para ser un apoyo importante en la comprensión de las lecturas. Las notas también ofrecen un buen número de concordancias que remiten a otros pasajes bíblicos relacionados con el que se está leyendo, para así enriquecer la lectura. Adicionalmente, antes y después de los textos bíblicos se encuentran una serie de contenidos significativos que enriquecerán la formación católica del lector. A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo. La base de los textos bíblicos corresponde a la traducción de la Vulgata latina de don Félix Torres Amat, a la cual se le hizo una actualización gramatical y de términos, para dejarla en un lenguaje natural y sencillo, lo que facilita la comprensión para cualquier lector, independientemente de su edad, nivel educativo y práctica en la lectura de la Biblia. Los textos bíblicos están acompañados de introducciones a cada libro que describen las circunstancias en que fueron escritos, la ubicación geográfica e histórica, y algunos datos sobre su autor. La exégesis, incluida en las notas de pie de página, que responde a la de contenido histórico y doctrinal, fue realizada para ser un apoyo importante en la comprensión de las lecturas. Las notas también ofrecen un buen número de concordancias que remiten a otros pasajes bíblicos relacionados con el que se está leyendo, para así enriquecer la lectura. Adicionalmente, antes y después de los textos bíblicos se encuentran una serie de contenidos significativos que enriquecerán la formación católica del lector. A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo.Los textos bíblicos están acompañados de introducciones a cada libro que describen las circunstancias en que fueron escritos, la ubicación geográfica e histórica, y algunos datos sobre su autor. La exégesis, incluida en las notas de pie de página, que responde a la de contenido histórico y doctrinal, fue realizada para ser un apoyo importante en la comprensión de las lecturas. Las notas también ofrecen un buen número de concordancias que remiten a otros pasajes bíblicos relacionados con el que se está leyendo, para así enriquecer la lectura. Adicionalmente, antes y después de los textos bíblicos se encuentran una serie de contenidos significativos que enriquecerán la formación católica del lector. A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo.La exégesis, incluida en las notas de pie de página, que responde a la de contenido histórico y doctrinal, fue realizada para ser un apoyo importante en la comprensión de las lecturas. Las notas también ofrecen un buen número de concordancias que remiten a otros pasajes bíblicos relacionados con el que se está leyendo, para así enriquecer la lectura. Adicionalmente, antes y después de los textos bíblicos se encuentran una serie de contenidos significativos que enriquecerán la formación católica del lector. A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo.Adicionalmente, antes y después de los textos bíblicos se encuentran una serie de contenidos significativos que enriquecerán la formación católica del lector. A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo.A lo largo de toda la Biblia se pueden apreciar unas bellas pinturas e ilustraciones del arte universal que, junto con los demás elementos ornamentales de cada página, nos acercan aún más al carácter antiguo y sagrado de la Biblia dentro de un estilo al mismo tiempo contemporáneo. La Biblia con la guía del Padre "Chucho", el regalo perfecto para un ser querido.el regalo perfecto para un ser querido. Si quieres adquirir esta Biblia para regalo, escríbelo en los comentarios de tu proceso de compra. Allí indícanos el color del papel de tu preferencia (plateado, azul o verde). Además, si lo deseas, escribe en los comentarios de tu orden el mensaje que quieras coloquemos a tu Biblia de regalo, el cual imprimiremos en una bella tarjeta.Recuerda que en lalibreriadelaU puedes comprar y ordenar que el envío se haga a otra dirección. En estos casos la factura te la haremos llegar por correo electrónico. Aprende a leer la Biblia con la guía del padre "Chucho"con la guía del padre "Chucho"Lectura Divina ()Lectio Divina)Jesús Hernán Orjuela, el Padre Chucho Con esta Biblia, el Padre "Chucho" quiere proponer un modo práctico para comprender y orar con las Sagradas Escrituras Palabra de Dios, se llama Lectura Divina y consta de seis pasos: Invoca al Espíritu Santo (súplica)Antes de abrir la Biblia y leerla, pide al Espíritu Santo que te ilumine y descienda sobre ti, que te haga comprender su Palabra. Si no tienes el don del espíritu Santo nunca conocerás la voluntad de Dios y la Biblia seria consumismo privado, arbitrario y subjetivo. Con humildad y sencillez de corazón puedes hacer esta oración:Padre Santo, que eres la Luz y la Vida, abre mis ojos y mi corazón para que pueda penetrar y comprender tu Palabra.Envía al Espíritu Santo, al Espíritu de tu Hijo Jesús, para que acoja dócilmente tu Verdad. Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Primer pasoInvoca al Espíritu Santo (súplica)Antes de abrir la Biblia y leerla, pide al Espíritu Santo que te ilumine y descienda sobre ti, que te haga comprender su Palabra. Si no tienes el don del espíritu Santo nunca conocerás la voluntad de Dios y la Biblia seria consumismo privado, arbitrario y subjetivo. Con humildad y sencillez de corazón puedes hacer esta oración:Padre Santo, que eres la Luz y la Vida, abre mis ojos y mi corazón para que pueda penetrar y comprender tu Palabra.Envía al Espíritu Santo, al Espíritu de tu Hijo Jesús, para que acoja dócilmente tu Verdad. Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Antes de abrir la Biblia y leerla, pide al Espíritu Santo que te ilumine y descienda sobre ti, que te haga comprender su Palabra. Si no tienes el don del espíritu Santo nunca conocerás la voluntad de Dios y la Biblia seria consumismo privado, arbitrario y subjetivo. Con humildad y sencillez de corazón puedes hacer esta oración:Padre Santo, que eres la Luz y la Vida, abre mis ojos y mi corazón para que pueda penetrar y comprender tu Palabra.Envía al Espíritu Santo, al Espíritu de tu Hijo Jesús, para que acoja dócilmente tu Verdad. Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Con humildad y sencillez de corazón puedes hacer esta oración:Padre Santo, que eres la Luz y la Vida, abre mis ojos y mi corazón para que pueda penetrar y comprender tu Palabra.Envía al Espíritu Santo, al Espíritu de tu Hijo Jesús, para que acoja dócilmente tu Verdad. Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Padre Santo, que eres la Luz y la Vida, abre mis ojos y mi corazón para que pueda penetrar y comprender tu Palabra.Envía al Espíritu Santo, al Espíritu de tu Hijo Jesús, para que acoja dócilmente tu Verdad. Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Envía al Espíritu Santo, al Espíritu de tu Hijo Jesús, para que acoja dócilmente tu Verdad. Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Concédeme un ánimo abierto y generoso, para que dialogando contigo pueda conocer y amar a tu Hijo Jesús, para mi salvación, y pueda testimoniar tu Evangelio a todos mis hermanos. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que vive contigo en la unidad del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. Segundo paso Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. 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Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Lee la Palabra de Dios (Lectura)Lee lentamente y con atención tratando de que llegue al corazón, lo que el Espíritu dice en el texto sagrado. Lee con la certeza de estar escuchando a alguien: la persona viva que te habla es Jesús. Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. 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Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Lee y relee mirando y resaltando en lápiz lo que te llama la atención: palabras, frases, imágenes, verbos. Entra en la escena con la dinámica de la fe y métete en el paisaje con el personaje de Dios. Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Tercer paso Medita la Palabra de Dios (oración)Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Medita y reflexiona en los valores que te regala el texto sagrado. Puedes preguntarte: ¿Cuál es la idea y el valor fundamental, ¿qué importancia tiene para mí y los que me rodean, ¿qué quiere Dios de mí, ¿cómo me puedo comprometer, ¿qué comportamientos y sentimientos me transmite. Es tiempo de rumiar. Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Cuarto paso Ora la Palabra de Dios (oración)Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Si haces bien la meditación, esto terminará en la oración, donde tú respondes a Dios después de escucharlo. En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.En tu oración hablas a Dios. Cuando lees la Palabra de dios, Dios te habla; cuando oras, tú hablas a Dios. San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.San AgustínLa oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.La oración es devolver a Dios con gozo la Palabra que Él nos ha dado Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Quinto paso Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Contempla la Palabra de Dios (Contemplación) La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Sexto paso Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Contempla la Palabra de Dios (contemplación)La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.La contemplación es un don del Espíritu que brota de toda la experiencia hecha. Es el momento en el que las cosas grandes del Reino se te muestran: la misericordia del Padre, la amistad de tu hermano mayor Jesucristo y el amor del Espíritu Santo. Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.Séptimo paso Actúa y conserva la palabra en la vida (acción)La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.La paz interior y el gozo son la mejor señal del reinado de Dios en tu vida. Tú tienes el tesoro, tú encontraste la perla, ya tienes la capacidad para ver lo esencial, lo importante, la obra de Dios, y también lo vana que es la obra del maligno.