Sacramentos: son como las huellas de Dios en nuestras vidas, son momentos fuertes de encuentro personal del creyente con el Señor: No son signos mágicos. No son simplemente ritos. No son compromisos sociales. Se clasifican en: de iniciación (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), de sanación (Penitencia y Unción de los enfermos), de servicio (Orden sacerdrotal y Matrimonio.