Si vivir saludablemente es la obligación más importante que tenemos, mantener y estimular la belleza es un agradable deber. Toda mujer que quiera llegar al final de su existencia con una piel en perfecto estado, deberá dedicarle atención y cuidados, prácticamente desde la pubertad. Esa dedicación debe ser diaria; la belleza no es una consecuencia del azar, se consigue con voluntad, perseverancia y sentido...